Por Josué I. Hernández
Hay un punto crucial que no debemos dejar pasar. El cuerpo comunica tanto como lo hace la ropa que usamos. Hay información que transmitimos en como nos vestimos y nos movemos. Por lo tanto, es apropiado preguntar ¿qué información transmite un tatuaje en la pierna, el brazo, el cuello o la cara? ¿Es un mensaje de piedad y temor de Dios? ¿Es algo que Jesús haría (1 Cor. 11:1; Ef. 4:20,21; 1 Ped. 2:21)? ¿Es para la gloria de Dios (1 Cor. 6:20)? ¿Adorna la doctrina (cf. Tito 2:10)? ¿Es una buena obra (Mat. 5:16)?