Por Josué I. Hernández
El Señor concluyó indicando que todos los mandamientos dependen de estos dos. En otras palabras, los demás mandamientos nos dicen cómo amar a Dios y cómo amar a nuestro prójimo. El amor nunca es un concepto nebuloso, el amor es práctico. El amor es el más alto respeto y consideración a favor del otro, es la buena voluntad activa prescrita por el carácter de Dios quien es amor (1 Jn. 4:8,16).