Financiando el edificio de la iglesia

 


Por Josué I. Hernández

 
La iglesia local es un grupo de cristianos que tienen como característica el reunirse (cf. Hech. 2:42,46; 20:7; 1 Cor. 11:18; 14:23), aunque siguen siendo iglesia cuando no están reunidos (Hech. 14:27). Por supuesto, reunirse no es todo lo que hacen, sin embargo, es una característica distintiva (cf. 1 Cor. 11:17; Heb. 10:25).
 
Cuando los cristianos se reúnen, adoran (cf. cf. Jn. 4:23,24; 1 Cor. 14:25) y se edifican (cf. 1 Cor. 14:26). Y, para facilitar, o agilizar, la adoración y la edificación, la iglesia usa algunas conveniencias que le permiten cumplir el mandamiento, estas conveniencias son medios o métodos que permiten obedecer los requerimientos de Dios.
 
Consideremos algunos ejemplos. Cristo dijo, “id” (Mat. 28:18-19; Mar. 16:15); pero, el Señor no especificó el medio de transporte para “ir”. Por lo tanto, este mandamiento incluye cualquier medio de transporte lícito. Así también, Cristo dijo, “enseñándoles” (Mat. 28:18-19; Mar. 16:15); pero, el método de enseñanza no fue determinado, entonces, se pueden elegir varios métodos, enseñanza pública y privada, enseñanza a la asamblea general y enseñanza a una clase determinada de oyentes, enseñanza oral y escrita, y ayudas tales como pizarra, proyector, computador. Así también, la palabra de Cristo nos manda a “congregarnos” (Heb. 10:25; 1 Cor. 14:23,26), pero, el lugar dónde reunirnos no fue especificado, por lo tanto, las opciones pueden incluir un edificio alquilado, una casa particular, un edificio propio, el bosque, la orilla de un río, etc.
 
En consideración de lo anterior, aprendemos que el mandamiento de “congregarnos” incluye todas las cosas que faciliten y aceleren la ejecución del mandamiento, tales como, un lugar acordado y arreglado para ello. Luego, otras conveniencias se pueden adquirir, tales como sillas, luces, ventiladores, aire-acondicionado, baños, agua potable, etc.
 
Los cristianos deben congregarse, es un mandamiento el hacerlo; pero, el lugar y los arreglos que faciliten el congregarse son una “conveniencia” conforme a la capacidad de la propia iglesia (alquilar, comprar, construir). En otras palabras, el edifico donde la iglesia se reúna no es una “necesidad”, según la definición bíblica para el concepto, y por este motivo, no hay autorización bíblica para que iglesias soliciten y reciban fondos de otras iglesias para la construcción de edificios donde reunirse.
 
El conseguir un lugar donde reunirse es parte de la obra de la propia iglesia, conforme a su capacidad. Una iglesia de Cristo no debe ir más allá de su capacidad financiera, ni más allá de su propia responsabilidad.