Por Josué I. Hernández
La iglesia del Nuevo Testamento
La apostasía
La Iglesia Ortodoxa Griega
I Concilio de Nicea | 325 D.C. | 315 griegos | 3 latinos |
I Concilio de Constantinopla | 381 D.C. | 150 griegos | 1 latino |
Concilio de Éfeso | 431 D.C. | 67 griegos | 1 latino |
Concilio de Calcedonia | 451 D.C. | 350 griegos | 3 latinos |
II Concilio de Constantinopla | 553 D.C. | 158 griegos | 6 latinos |
III Concilio de Constantinopla | 680 D.C. | 51 griegos | 5 latinos |
II Concilio de Nicea | 787 D.C. | 370 griegos | 7 latinos |
En los primeros siglos hubo numerosas herejías y cismas. El Nuevo Testamento registra como los primeros cristianos tuvieron que enfrentar, además de la persecución, la falsa doctrina (cf. 1 Jn. 4:1; Jud. 3). Así también la Iglesia Ortodoxa Griega procuró combatir el error doctrinal. No fue hasta el año 1054 D.C., cuando las iglesias occidentales se apartaron de las iglesias griegas de oriente. En este año el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla se excomulgaron mutuamente.
Algunas doctrinas y prácticas de la Iglesia
Ortodoxa Griega
Este movimiento religioso rechaza la idea de que el Obispo romano tenga un obispado mundial sobre todas las iglesias, a la vez que rechaza la idea de que el Papa romano sea, en algún sentido, “infalible”, es decir, incapaz de equivocarse en cuestiones de fe y moral. La iglesia griega también rechaza “la doctrina del purgatorio” y “la inmaculada concepción”. A los sacerdotes griegos se les permite el matrimonio mientras se abstienen de usar instrumentos musicales en su culto.
La Iglesia Occidental: Católica Romana
Las diferencias en doctrina y práctica que contribuyeron al “Gran Cisma” entre las iglesias orientales y occidentales, en el año 1054 D.C., son las doctrinas que se han vuelto particularmente católico-romanas.
Es interesante notar que el uso de la palabra griega “católica”, no es peculiar de la Iglesia Romana. La palabra “católica” no se encuentra en las Sagradas Escrituras, por lo que nunca se usó para describir a la iglesia del Nuevo Testamento, mucho menos se usó como un nombre propio. La palabra significa “universal”, y, por lo tanto, describe apropiadamente el alcance universal del evangelio de Cristo, el cual al ser proclamado resulta en el establecimiento de iglesias locales del Señor. Sin embargo, es inapropiado tomar una palabra que significa “universal” limitándola al griego, al romano, o a otro límite restrictivo.
Algunas enseñanzas y prácticas particulares de la Iglesia Romana son las siguientes:
- Obispo mundial de todas las iglesias: El Papa de Roma.
- Consejos mundiales: Emiten decretos para todas las congregaciones.
- Colegio cardenalicio: Elegir al sumo pontífice en caso de fallecimiento o renuncia del anterior, así como brindar asesoría y consejo al Papa.
- Infalibilidad papal: Incapaz de cometer errores al hablar sobre la fe y la moral de toda la iglesia (ex cathedra).
- Culto o veneración de imágenes y reliquias.
- Oración a los santos muertos.
- La inmaculada concepción de la madre de Jesús.
- La asunción corporal de María directamente al cielo.
- Purgatorio: oraciones a favor de los que ya han muerto.
- Transustanciación: El cuerpo y la sangre literales de Cristo, producidos por las oraciones sacerdotales, cambiando el pan sin levadura y el fruto de la vid.
Existen otras doctrinas particulares a la Iglesia Romana, las enlistadas aquí sirven para demostrar que la Iglesia Católica Romana, tal como hoy la conocemos, es muy diferente a como fue conocida hace décadas, e incluso, siglos atrás.
Conclusión
Cristo fundó una sola iglesia y podemos examinar y entender la naturaleza de esta iglesia estudiando el Nuevo Testamento. La Iglesia Católica es totalmente diferente a la iglesia que Cristo estableció, por lo tanto, no es raro que la Iglesia Romana sea desconocida en las páginas del Nuevo Testamento.
La Iglesia Católica es una organización de la sabiduría humana; por lo tanto, es terrenal en todo aspecto (cf. Mat. 21:25). Debido a lo anterior, su sede de gobierno es terrenal, el Vaticano, en Roma, Italia. Por el contrario, la iglesia que Cristo estableció no tiene una sede de gobierno terrenal, su jefe está en el cielo, Jesucristo el Hijo de Dios (Mat. 28:18).