Infierno

 


Por Josué I. Hernández

 
Estudiar sobre el infierno no es popular, aunque es una doctrina bíblica a la cual Jesucristo y sus apóstoles dieron énfasis. A pesar de las advertencias divinas, el infierno está involucrado en todo tipo de expresiones, ya sean maldiciones, e incluso, bromas de los incrédulos. Algunos rechazan la idea de que Dios castigue de semejante forma a los pecadores. Otros se han esforzado por redefinir lo que la Biblia enseña sobre el infierno, afirmando que no es un castigo de duración eterna sino un castigo que culminará en una aniquilación. En fin, debemos elegir si daremos oído a la palabra de Dios o a la opinión de los hombres.
 
Si usted cree que pasar la eternidad en el infierno no sería tan malo, o no se preocupa tanto frente a tal expectativa, por favor, lea con seriedad lo que la Biblia dice sobre el infierno:
  • “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mat. 25:46).
  • “Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mat. 25:30).
  • “Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga” (Mar. 9:47,48).
  • “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios” (Rom. 2:5-11).
  • “y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tes. 1:7-9).
  • “y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre” (Apoc. 14:11).
  • “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apoc. 20:15).
  • “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apoc. 21:8).
 
No hay lugar imaginable que supere la experiencia de la eterna agonía, la angustia y la miseria del infierno.