Santificación

 


Por Josué I. Hernández

 
Mientras el calvinismo afirma que la santificación es un proceso, la Biblia afirma que la santificación es un estado o condición. Según el léxico de Thayer la “santificación” es: Santidad. Consagración. Separación de lo profano. Dedicación a Dios. Purificación. Limpieza.
 
El apóstol Pedro al escribir a los cristianos los designó de la siguiente manera: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa…” (1 Ped. 2:9). A estos cristianos Dios les dice: “Sed santos, porque yo soy santo” (1 Ped. 1:16). Aprendemos, por lo tanto, que la santidad no depende solamente de Dios, el hombre tiene algo que hacer para ser “santo”, y sostener así con Dios una relación espiritual de consagración, es decir, de santificación.
 
Podemos entender la santificación al considerarla por contraste. El apóstol Pablo dijo “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tes. 4:7), entonces aprendemos que la santificación es lo opuesto a la inmundicia, un estado de pureza, o limpieza.
 
¿Cómo ocurre la santificación?
 
La santificación está relacionada directamente con la palabra de Dios. Jesucristo dijo: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn. 17:17). Y el apóstol Pablo dijo a los efesios, que “la palabra de verdad” es “el evangelio” de salvación (Ef. 1:13; cf. “poder de Dios para salvación”, Rom. 1:16). Por este motivo, aprendemos que la iglesia de Cristo ha sido santificada, es decir, purificada “en el lavamiento del agua por la palabra” (Ef. 5:26).
 
Sin el evangelio de Cristo no es posible que alguno llegue a ser “santo”. Por esta razón, todos los que obedecen el evangelio, es decir, los cristianos, tienen como fruto, es decir, como beneficio o consecuencia, la “santificación” (Rom. 6:22; 1 Tes. 4:7). La santificación es la consecuencia de la obediencia.
 
La santificación y la perfección
 
Según las Escrituras, “santificar” no es “perfeccionar”. Por lo tanto, el santo no es necesariamente perfecto (cf. Fil. 3:15). Estos términos no han de ser confundidos. La idea de santidad hace alusión a la separación de lo profano, es decir, la dedicación a Dios; mientras que la perfección indica la madurez. Entonces, la santificación es un estado, mientras que el perfeccionamiento es un proceso (2 Tim. 3:16-17; Ef. 4:13). La Biblia nunca habla de cristianos más santos que otros, pero sí indica la idea de cristianos más maduros, o perfeccionados, que otros. Hay etapas de madurez, pero no hay etapas de santificación.
 
Perfeccionando la santidad
 
Algunos argumentan que, si la santidad debe ir perfeccionándose, la santificación ha de ser un proceso en la vida del cristiano. Quienes argumentan de este modo no suelen enfocar el pecado como Dios lo ve, y para fundamentar esta noción usan 2 Corintios 7:1
 
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Cor. 7:1, RV60).
 
En vista de las promesas de Dios (2 Cor. 6:16-18) el cristiano debe limpiarse de toda contaminación de carne y de espíritu, si así lo requiere su caso. El cristiano no practica el pecado (Rom. 6:1,2; 1 Jn. 3:8,9), el cristiano se guarda sin mancha del mundo (Sant. 1:27), pero si alguno hubiere pecado (1 Jn. 2:1) es llamado a perfeccionar la santidad (cf. Hech. 8:22; 1 Jn. 1:9). El cristiano se limpia de toda contaminación cuando se aparta de ella, arrepintiéndose y confesando sus pecados.
 
El verbo “limpiémonos” es del modo subjuntivo y tiempo aoristo, tiempo que indica acción singular de una vez por siempre. No involucra algún proceso. Se logra cuando el cristiano en pecado sale de en medio de su pecado y se aparta de él (2 Cor. 6:17). Al hacer esto de una buena vez lo que está haciendo es “perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Cor. 7:1).
 
La palabra “perfeccionando” (gr. “epiteleo”) en el texto original es un participio que sirve de adjetivo. Describe cierta acción. En nuestro texto describe la acción de limpiarse de toda contaminación. Es decir, al limpiarse de toda contaminación se perfecciona la santidad.
 
Entonces, ¿qué hace el cristiano cuando de una vez se limpia de toda contaminación? Respuesta: Ejecuta, completa, lleva a cabo, perfecciona, logra la acción descrita.  Véase la misma palabra griega en 2 Corintios 8:6 (“acabe”), v.11 (“llevad a cabo”, es decir, “llevad a término”); Romanos 15:28 (“haya concluido”); Filipenses 1:6 (“perfeccionará”); Hebreos 8:5 (“erigir”. Lacueva: “erigir por completo”, literalmente, “completar”); Hebreos 9:6 (cumplir); Gálatas. 3:3 (“acabar”); 1 Pedro 5:9 (“cumpliendo”).
 
Cuando el cristiano de una vez se limpia de toda contaminación, completa, acaba, logra, o ejecuta, la santidad. El apóstol Pablo nunca habló de algún proceso de santificación.
 
En fin, al limpiarse del pecado, el cristiano logra o cumple la santidad. Considere como traducen las siguientes versiones:
 
“purifiquémonos a nosotros mismos de toda mancha de carne y de espíritu, llevando a cabo la santidad en temor de Dios” (2 Cor. 7:1, Besson).
 
“purifiquémonos de toda mancha de la carne y del espíritu, consumando la santificación en el temor de Dios” (2 Cor. 7:1, JER).
 
“purifiquémonos de toda mancha de nuestra carne y nuestro espíritu, acabando la obra de la santificación en el temor de Dios” (2 Cor. 7:1, NC).
 
Conclusión
 
Considerando que Dios santifica a todo aquel que obedece el evangelio, y los obedientes llegan a ser santos a Dios y con esperanza de vida eterna, ¿es usted un santo? ¿Está disfrutando de la santificación o la ha perdido?
 
Si alguno hubiere pecado, que se limpie de tal contaminación, para así realizar la santidad en el temor del Señor.