Por Josué I. Hernández
“Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que
uno de vosotros me va a entregar. Y entristecidos en gran manera, comenzó
cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?” (Mat. 26:21,22).
Los cristianos no practican el pecado (Rom. 6:1,2), “El que practica el pecado es del diablo” (1 Jn. 3:8), sin embargo, los cristianos no están exentos de la tentación (Sant. 1:13-18).