Por Josué I. Hernández
- Hombres
que enseñan doctrinas extrañas (1 Tim. 1:3; 6:3).
- Maestros
que no saben lo que están hablando (1 Tim. 1:7).
- Personas
que no viven conforme al estándar del evangelio (1 Tim. 1:9-11).
- Apóstatas
por creencias y conducta (1 Tim. 4:1-3).
- Argumentos
de lo que falsamente se llama ciencia (1 Tim. 6:20,21).
- Pendencieros
que solo buscan discutir (2 Tim. 2:14,23).
- Engañadores
persuasivos que cautivan a los débiles (2 Tim. 3:6).
- Intelectuales
que nunca pueden decidir sobre la verdad (2 Tim. 3:7).
- Hombres
rebeldes y habladores vanos (Tito 1:10).
- Aquellos
que profesan conocer a Dios, pero lo niegan con su conducta (Tito 1:16).
- Cristianos
que se olvidan cómo deben vivir (Tito 3:1,2).
- Cristianos
que no se ocupan en buenas obras (Tito 3:8).