¿Era Melquisedec una aparición de Cristo?



Por Josué I. Hernández

 
Melquisedec prefigura a Cristo, pero no es la misma persona. Melquisedec es mencionado por primera vez en Génesis 14:17-20. El patriarca Abram, quien luego será llamado Abraham (Gen. 17:5), al regresar habiendo rescatado a su sobrino Lot, se encontró con este antiguo dignatario que era rey de Salem (la antigua Jerusalén; cf. Sal. 76:2) y sacerdote de Dios (cf. Gen. 14:18; Heb. 7:1).
 
El estatus de Melquisedec es evidente por el hecho de que bendijo a Abram, y el mayor siempre bendice al menor (cf. Gen. 14:19,20; Heb. 7:7). Además, recibió de Abram los diezmos, es decir, la décima parte de su botín; nuevamente, el diezmo del menor al mayor (cf. Gen. 14:20; Heb. 7:4-6).
 
El autor de Hebreos utiliza este acontecimiento, unido a la profecía del Salmo 110, para demostrar la superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el sistema levítico (Heb. 7:1-10).
 
Melquisedec es un tipo o sombra de Cristo. Entonces, Cristo es el antitipo, la persona real que fue prefigurada. Pero, no son la misma persona. Preste atención a lo siguiente.
 
Según el orden de Melquisedec
 
Cristo es sacerdote “según el orden de Melquisedec” (Heb. 5:6,10; 6:20; 7:11). Cuando se indica el “orden” (gr. “taxis”) se indica una “disposición” similar. Entonces, debemos estudiar los pasajes involucrados que revelan dicha similitud. Por ejemplo, así como Melquisedec fue rey y sacerdote al mismo tiempo, Cristo también lo es (cf. Zac. 6:12,13; Heb. 1:3).
 
La frase “según el orden de Melquisedec” indica una comparación, no una igualdad. La preposición “según” (gr. “kata”) indica el sentido de correspondencia o conformidad, es decir, “de acuerdo con” o “correspondiente a”.
 
Sin padre, sin madre, sin genealogía
 
Melquisedec es presentado en la narración bíblica “sin padre, sin madre sin genealogía” (Heb. 7:3). “nada ha sido registrado en la narración de Génesis acerca de ello. De esta manera pudo servir Melquisedec como tipo del que no tiene principio ni fin, pues él es el "principio y fin" (Apoc. 1:8)” (B. H. Reeves).
 
El ministerio de Melquisedec no tuvo “principio de días, ni fin de vida” (Heb 7:3), quedando como si fuera permanente al no registrarse estos datos. Sencillamente, el sacerdocio de Melquisedec no aparece como finalizado por la muerte, ni conforme a un período fijo, como en el caso de los sacerdotes levitas.
 
Bajo en Antiguo Pacto los sacerdotes comenzaban su servicio a los 30 años, y los levitas servían desde los 25 años hasta los 50 años (cf. Num 4:3; 8:24,25). Sin embargo, el sacerdocio de Cristo no depende de algún linaje físico como en el caso de los sacerdotes aarónicos (cf. Ex. 28:1; Num. 3:10; Heb. 7:12-17).
 
Para que sirva como tipo o representación de Cristo, quien sirve continuamente como nuestro sumo sacerdote a lo largo de la era cristiana, el registro sagrado guarda total silencio sobre alguna limitación cronológica del sacerdocio de Melquisedec (cf. Heb. 7:8).
 
Semejante al Hijo de Dios
 
En conformidad con lo anterior, el autor a los hebreos dijo que Melquisedec es “semejante al Hijo de Dios” (Heb. 7:3), y cuando dice “hecho semejante” (gr. “afomoioo”), indica que es estrechamente similar, muy parecido. Por supuesto, son dos personas las indicadas para que la “semejanza” funcione. Melquisedec se parece a Cristo, pero no es Cristo.
 
“Era semejante en estos puntos: (1) era rey de justicia y de paz, (2) no tenía (registro de) genealogía ni sucesores en su sacerdocio, (3) tenía un sacerdocio perpetuo (no habiendo registro de su muerte), y (4) era rey y sacerdote a la vez, uniendo en uno estos dos oficios” (B. H. Reeves).
 
Es interesante notar que en el Salmo 110 Jehová se dirige al Señor en segunda persona, mientras que la referencia a Melquisedec se hace en tercera persona (Sal. 110:4). Luego, veamos cómo Jesucristo aplicó dicho salmo a sí mismo (cf. Mat. 22:42-45).
 
En conclusión, la Biblia no enseña que Melquisedec fue una aparición de Cristo. Melquisedec es presentado de tal manera que funciona asemejando a Jesucristo nuestro Señor y Salvador.