Por Josué I. Hernández
¿Cómo responderemos a esta doctrina?
En cuarto lugar, el término “nombre” (gr. “onoma”), enfoca al poseedor de la autoridad ante la cual se humilla el creyente. El estudio cuidadoso de pasajes semejantes, en los que el término “nombre” se relaciona con el bautismo, seguramente ayudarán en la comprensión (cf. Mat. 28:19; Hech. 2:38; 8:16; 10:48; 19:5). Considérese además, cómo es usado el sustantivo “nombre” cuando cierta acción es mandada o ejecutada (ej. Hech. 4:7; cf. Mat. 19:29; Jn. 15:21; Ef. 5:20; Col. 3:17; 1 Ped. 4:14).
Conclusión