Bautismo en fuego



Por Josué I. Hernández

 
Juan el bautista dijo, “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mat. 3:11). La pregunta es, ¿a qué evento se refirió Juan cuando dijo que Cristo bautizaría en fuego? En otras palabras, ¿qué es el bautismo en fuego?
 
Algunos estudiantes de la Biblia han llegado a la conclusión que Juan se refería al derramamiento del Espíritu Santo en el Pentecostés de Hechos 2, por las “lenguas repartidas, como de fuego” (Hech. 2:3). Esta opinión ignora el contexto inmediato. Veamos.
 
Una inmersión
 
Debido a que “bautismo” es una “inmersión”, Juan indicó un tipo de “inmersión”, una inmersión en fuego, en la cual cuál Cristo sumergirá (Mat. 3:11). Tal cosa no sucedió en el día de Pentecostés.
 
El auditorio
 
No todos eran sinceros buscadores de la verdad en el auditorio de Juan el bautista (cf. Mat. 3:1,5). Unos eran piadosos (Mat. 3:6), pero otros eran hipócritas (Mat. 3:7-10). Los insinceros fueron caracterizados como una “generación de víboras” quienes no podrían “huir de la ira venidera” (Mat. 3:7).
 
No habría algo diferente para los impenitentes sino “la ira venidera”. Dicho de otra forma, si rehusaban arrepentirse y ser bautizados por Juan (Mat. 3:2,11) solo quedaría el bautismo en fuego (Mat. 3:11,12).
 
Tres bautismos
 
El bautismo en el Espíritu Santo no sería una promesa para los impíos. En otras palabras, los bautismos del contexto son el bautismo de Juan, el cual era para salvación; el bautismo en fuego, el cual sería destinado para los impenitentes; y el bautismo en Espíritu Santo, el cual sería dado a individuos que Juan no precisó.
 
Bautismo en el Espíritu Santo
 
Juan no indicó todos los detalles sobre el bautismo en el Espíritu Santo. Su declaración fue genérica, de amplio alcance, sin especificidad.
 
Luego de su resurrección, cuando Jesucristo apareció durante cuarenta días a sus apóstoles (Hech. 1:1-4), les reiteró que serían bautizados con el Espíritu Santo según la promesa que habían oído de él, “Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” (Hech. 1:5; cf. Jn. 14:26; 15:26,27; 16:13; 20:22).
 
Un bautismo de juicio
 
El bautismo en fuego del cual Juan el bautista habló es un “bautismo de juicio”. Preste cuidadosa atención a lo que Juan dijo, “todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego” (Mat. 3:10), y luego señaló un tipo de fuego, “que nunca se apagará” (Mat. 3:12).
 
El contexto limita la clase, o tipo, de fuego a considerar. El fuego de Mateo 3:11, es fuego de juicio, según leemos en Mateo 3:10 y 3:12. Este bautismo en fuego son la terribles penas del infierno eterno (cf. Mat. 25:41,46).