Por Josué I. Hernández
¿Está permitido por Dios que los cristianos mastiquemos chicle mientras se predica el sermón?
La pregunta es asombrosa, ¿por qué querría alguno masticar chicle durante la exposición de la palabra de Dios? Considérese lo siguiente.
La adoración no es para nuestra diversión o entretención (cf. Luc. 4:8; Jn. 4:24). La adoración no es algo que Dios necesite, por el contrario, nosotros lo necesitamos. Dios es digno de nuestra adoración (cf. 1 Cron. 29:10-13; Sal. 96:4; 145:3; Apoc. 4:11). Él no necesita de nosotros, nosotros lo necesitamos a él (cf. 1 Cron. 29:14; Hech. 17:24,25). Y en su gracia, Dios nos ha hablado en el Hijo (Heb. 1:2).
De todas las cosas que podamos hacer, no hay alguna que sea más alta que la adoración. Cuando ha llegado el momento de adorar debemos venir ante Dios con lo mejor que tenemos, porque Dios es digno de recibir aquello que nos cuesta (cf. 2 Sam. 24:24) y queremos adorar de tal manera que seamos aceptos (cf. Lev. 19:5; Mal. 1:8; Col. 3:23).
No adoramos porque nos sobró tiempo, dinero y energía. Queremos adorar a Dios porque le amamos (Mar. 12:30) y estamos agradecidos (Heb. 12:28).
Estudiar la palabra de Dios es un acto de adoración (cf. Hech. 2:42; 20:7), es algo sagrado. Tan importante es para nosotros oír la voz de Dios, que fácilmente concordamos con la afirmación de Cornelio: “Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado” (Hech. 10:33).
Israel debió prepararse para oír la voz de Dios (Ex. 19:10-15; 20:18-20). No es menos serio lo que nosotros hacemos cuando estudiamos la voz-escrita de Dios (cf. Heb. 3:14,15). Es más, el pueblo del Nuevo Pacto está en una posición superior (Heb. 12:18-24).
Si en una reunión formal estuviera hablando con nosotros algún alto funcionario de gobierno, no masticaremos chicle si queremos mostrar el debido respeto. Masticar chicle sería un acto descortés, impertinente, y grosero. Piénselo detenidamente. ¿Masticaría chicle cuando es entrevistado en la embajada de los Estados Unidos? ¿Masticaría chicle en una audiencia judicial? ¿Masticaría chicle en el momento de pronunciar los votos? ¿Cuánto mayor respeto debiésemos expresar cuando oímos la voz-escrita de Dios?