La importancia del estudio bíblico



Por Josué I. Hernández

 
Si la Biblia es la revelación completa y final de Dios para la humanidad, entonces, quienes buscan conocer esta voluntad deben estudiar la Biblia con diligencia.
 
Todos los que creemos que la Biblia es la palabra de Dios sabemos que debemos estudiarla, pero ¿somos tan diligentes en el estudio bíblico como deberíamos?
 
Consideremos el mandato de Dios a Josué, “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Jos. 1:8). Meditar en la palabra de Dios fue importante para Josué, y debe serlo para nosotros.
 
¿Por qué Josué necesitaba estudiar la palabra de Dios? Para observar y hacer lo que el sagrado mensaje indicaba y tener éxito, prosperando en la obra que Dios le encomendó. Su obra era guiar a la nación de Israel y tomar posesión de la tierra prometida. Dios también nos ha dado una herencia celestial por la cual luchar, “Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios” (Heb. 4:9).
 
Para tomar posesión de Canaán, Josué tuvo que observar la palabra de Dios, lo cual exigía un estudio diligente para saber qué hacer. De la misma manera, Hebreos 5:9 afirma que Jesucristo es “autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”. Por lo tanto, nosotros también necesitamos entender la voluntad de Dios para ser salvos, lo cual exige nuestra diligencia en el estudio de la Biblia.
 
En consideración de lo anterior, ¿qué tan diligentes debemos ser en el estudio del mensaje de Dios en la Biblia? Dios le dijo a Josué que debía meditar en la palabra de Dios “de día y de noche”. Hechos 17:11 presenta un ejemplo maravilloso de quienes escudriñaron las sagradas Escrituras a diario. Debemos seguir este ejemplo.