Por Josué I. Hernández
Los líderes religiosos a menudo enseñan cosas contradictorias y confusas. Sencillamente, el desacuerdo indica que no todos tienen la razón. Pero, ¿cómo podemos saber quién dice la verdad y cuál está equivocado? La Biblia nos fue dada precisamente para esto. Debemos seguir el ejemplo de aquellos que “recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hech. 17:11).