Cuando hay discrepancia sobre lo que la Biblia
dice, se suele desestimar el problema como si el entendimiento mutuo fuera
imposible. Entonces, algunos afirman: “Es solamente una cuestión de
interpretación”, y otros, simplemente dicen: “No podemos interpretar la Biblia
de la misma manera”. Por lo tanto, la cuestión es la siguiente: ¿Podemos entender
la Biblia de la misma manera? Jesucristo dijo, “y conoceréis la verdad, y
la verdad os hará libres” (Jn. 8:32), esta es la verdad que el Señor trajo
del cielo (Jn. 17:6,8,14,17), “la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación” (Ef. 1:13), “la palabra verdadera del evangelio” (Col.
1:5). Entendiendo que la verdad no se contradice, y
que la palabra de Dios es verdad, se deduce necesariamente, que dos
interpretaciones contradictorias de la Biblia no pueden ser correctas. Es
decir, si una persona enseña que la Biblia dice una cosa, y otra persona enseña
lo contrario, es inevitable que uno de los dos, sino los dos, están
equivocados. De la misma manera, si alguno afirma “2 + 2 = 4”; y otro afirma “2
+ 2 = 5”; y otro afirma: “2 + 2 = 3”; nunca diríamos: “Es solamente una
cuestión de interpretación”. La verdad no se adapta a las interpretaciones, y siempre
es independiente de ellas. Aunque muchos malinterpretan el mensaje de la
Biblia, ofreciendo sus explicaciones contradictorias, nosotros podemos entender
el mensaje de la Biblia, y al entender su mensaje lo haremos de la misma
manera. A pesar de las contradicciones de los líderes
religiosos, Jesucristo nos asegura que podemos conocer la verdad y ser
bendecidos por ella (Jn. 8:32; cf. Ef. 4:15). Y cuando obedecemos la verdad
(cf. Rom. 2:8), llegamos a estar “perfectamente unidos en una misma mente y
en un mismo parecer” (1 Cor. 1:10); y así, el anhelo de Jesucristo se
realiza en nosotros, “que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en
ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste” (Jn. 17:21). Mientras los corintios se dividían, Pablo les escribió:
“¿Acaso está dividido Cristo?” (1 Cor. 1:13). En otras palabras, ¿se
contradice el Señor Jesús? Entonces, ¿cómo pueden los hombres contradecirse
sobre las enseñanzas del Señor Jesucristo y a la vez tener la razón? Si se
contradicen sobre el mensaje de la Biblia, no pueden todos tener la razón.
Nuestro propósito al estudiar la Biblia debe
ser aprender el mensaje que Dios quiso que aprendiéramos. Podríamos interpretar
el mensaje de la Biblia de diferentes maneras, y estar equivocados como
consecuencia; pero, cuando realmente lo entendamos, lo entenderemos de la misma
manera.