La preservación de la Biblia



Por Josué I. Hernández

 
Algunos dudan de que tengamos en la Biblia el mensaje original de Dios tal como fue escrito en un comienzo. Simplemente, sospechan que el mensaje bíblico se ha corrompido con el paso de los años. Entonces, ¿son válidas estas dudas? ¿Tenemos en la Biblia el verdadero mensaje que Dios originalmente comunicó? Consideremos esto.
 
Dios prometió que preservaría su palabra para las generaciones futuras: “la palabra de Dios que vive y permanece para siempre… Mas la palabra del Señor permanece para siempre” (1 Ped. 1:23,25). Preservar el mensaje original de la Biblia no es difícil para Dios (Gen. 18:14). Podemos estar seguros de que la Biblia ha sido preservada tal cual como fue originalmente registrada, porque Dios prometió protegerla con su poder divino.
 
Piense en la capacidad de Dios para preservar su palabra considerando la preservación del Antiguo Testamento. Cuando Jesús vivió entre los hombres, algunos libros del Antiguo Testamento, tenían casi 1500 años de antigüedad, mientras que otros libros tenían cientos de años de antigüedad. Entonces, ¿cuál fue la opinión del Señor Jesucristo sobre la integridad del Antiguo Testamento? ¿Creía Jesús que las sagradas Escrituras se habían corrompido con el paso de los siglos, o confiaba en su exactitud? Sabemos que el Señor Jesús siempre citó las sagradas Escrituras como autoridad confiable para enseñar y corregir. En consecuencia, podemos estar seguros de que el Señor habría advertido sobre alguna corrupción en el texto bíblico, pero nunca lo hizo.
 
En Mateo 15:1-9, el Señor Jesús se refirió a las Escrituras como mandato de Dios, y citó el libro de la ley, el cual tenía en ese momento casi 15 siglos de antigüedad, para luego citar al profeta Isaías, cuyo libro tenía en ese momento más de siete siglos de antigüedad. En Juan 10:35, el Señor declaró: “la Escritura no puede ser quebrantada”. El tiempo no es un problema para Dios.
 
La confianza del Señor Jesucristo en las sagradas Escrituras fue tal, que en Mateo 22:32 argumentó en base a la conjugación del verbo “ser”, enfatizando que el texto dice: “Yo soy”, en lugar de “Yo fui” o “Yo era”, y esto lo hizo citando un libro que tenía en ese momento casi 15 siglos de antigüedad.
 
Si Dios preservó su palabra revelada en el Antiguo Testamento, a través de 1500 años, podemos estar seguros de que Dios también ha cumplido su promesa de preservar toda la Biblia hasta nuestros días. Sí, hoy tenemos en la Biblia el mensaje revelado y preservado por Dios para nosotros.