Invitar a la iglesia a un cumpleaños



Por Josué I. Hernández

 
Si un hermano invita a la iglesia al cumpleaños de su hijo, y habrá espacio para una predicación, cantos y oraciones, ¿puede la iglesia asistir a este cumpleaños?
 
La pregunta demuestra confusión respecto a la naturaleza y obra de la iglesia local, y las actividades que corresponden al ámbito individual de los miembros que la componen. Detengámonos a pensar en esto a la luz de las sagradas Escrituras, procurando hablar como la Biblia habla (1 Ped. 4:11) sin ir más allá de lo que está escrito (1 Cor. 4:6).
 
No todo lo que hacen los miembros de la iglesia lo hace la iglesia. Por ejemplo, sujetarse al marido y amar a la esposa (Col. 3:18,19), lo hacen los cristianos que están casados, no la iglesia. La iglesia no está casada. Así también, los cristianos que son hijos deben honrar a su padre y a su madre (Ef. 6:1-3), sin embargo, la iglesia no tiene padre y madre a quien honrar.
 
Las responsabilidades de los cristianos como individuos no son transferibles a la iglesia local (1 Tim. 5:16). No debemos confundir oveja con rebaño, soldado con pelotón, ni futbolista con equipo.
 
Si todos los miembros de la iglesia están presentes en el cumpleaños, todos juntos comiendo pastel y tomando café, esta no es la iglesia comiendo pastel y tomando café. La iglesia no tiene como función el participar en un cumpleaños. Esta es una reunión social, de individuos que componen la iglesia local, pero no es la iglesia haciendo su obra. En otras palabras, lo que están haciendo los cristianos en el cumpleaños no lo está haciendo la iglesia de la cual son miembros, porque la participación en un cumpleaños no es el funcionamiento espiritual de la iglesia.
 
Hermanos “conservadores”, es decir, hermanos que no son liberales, no están entendiendo que la iglesia local hace su obra solamente cuando los miembros que la componen trabajan en esa obra. Si los miembros de la iglesia no están trabajando en la obra que Cristo le dio a la iglesia, pero están todos juntos en un cumpleaños, esta no es la iglesia asistiendo al cumpleaños. Dicho de otra manera, la iglesia local existe solamente en su función espiritual. Cuando los miembros hacen algo diferente a la función espiritual de la iglesia (ej. comer pastel y tomar café) la iglesia no está haciendo su obra en ese momento. 
 
Las reuniones sociales de sano disfrute, cuando los miembros de la iglesia se recrean, no es obra de la iglesia donde ellos sean miembros.
 
La iglesia no debe involucrarse en la organización, ni en la promoción, de las actividades sociales de sus miembros.
 
Espero que los hermanos disfruten del pastel, y el bonito momento que ofrecen los cumpleaños. Los cristianos disfrutan estar juntos (Hech. 2:46). Pero, la obra de la iglesia no es asistir a un cumpleaños.