Ancianos



Por Josué I. Hernández
 

“Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia” (Prov. 16:31).

 
Debemos ser respetuosos con los ancianos y cuidar de ellos. Sin embargo, familiares y amigos frecuentemente los olvidan, los alejan, los ignoran. Sin duda alguna, no es el plan de Dios que despreciemos a los ancianos.
 
Piénselo detenidamente. Si Dios nos concede una larga vida, algún día seremos ancianos, ¿ha pensado en esto? ¿Cómo le gustaría que lo traten? ¿Cómo se comportará en esa etapa de su vida? Sin lugar a duda, un estudio sobre los ancianos en la historia bíblica será beneficioso al llegar a este punto.
 
Por otro lado, Dios no aprueba que los ancianos sean irritables, gruñones y amargados. El honor de la vejez se observa en el ejemplo de rectitud a pesar de las pruebas de los últimos años de la vida (cf. Ecles. 12:1-7; Tito 2:2,3).
 
Si usted aún es joven, respete a los ancianos (cf. Lev. 19:32). Si ya es anciano, recuerde que su ejemplo de integridad y palabras de sabiduría son necesarios (cf. Mat. 5:13-16).