¿Qué estamos buscando?



Por Josué I. Hernández

 
No son pocos los que buscan una nueva iglesia. Las razones son variadas. Tal vez, se han mudado a otra ciudad, tal vez, sienten el deseo de ser más religiosos, o simplemente, no podrían quedarse en casa sin reunirse como lo hicieron sus padres. Sin embargo, las personas suelen buscar una nueva iglesia porque están insatisfechos. Sea cual fuere el motivo, la gente suele buscar una nueva iglesia. Pero, ¿qué tipo de iglesia buscan? ¿Qué tipo de iglesia busca usted, estimado lector?
 
Algunos buscan una iglesia tradicional, igual a la que dejaron atrás, o similar a la iglesia en la cual crecieron, la iglesia de siempre.
 
Algunos buscan una iglesia innovadora, completamente diferente a todo lo que han experimentado, una iglesia moderna, del siglo 21.
 
Algunos buscan una iglesia cuyo edificio esté ubicado convenientemente, que sea fácil congregarse, que sea fácil volver a casa.
 
Algunos buscan una iglesia amigable, que favorezca las relaciones interpersonales, que los haga sentir especiales.
 
Algunos buscan una iglesia grande, donde pueden perderse en la multitud.
 
Algunos buscan una iglesia pequeña, donde pueden conocer bien a todos, donde pueden ser más fácilmente prominentes y ejercer influencia.
 
Algunos buscan una iglesia emocionante, con adoración sentimental que impacta a los sentidos.
 
Algunos buscan una iglesia entretenida, donde la música sea como un concierto y el predicador sea, a lo menos en parte, un comediante, donde haya espacio para la recreación y la diversión.
 
Algunos buscan una iglesia tolerante, donde nadie reprenderá su pecado, donde se ignoraren las malas obras.
 
Algunos buscan una iglesia proveedora, con todo tipo de programas sociales y servicios comunitarios.
 
Algunos buscan una iglesia de élite, donde pueden hacerse de un nombre o lograr entrar en contacto con el poder social y económico.
 
Algo esencial falta aquí, ¿no le parece? ¿No deberíamos buscar una iglesia enfocada en el Señor Jesucristo, que predica su palabra y defiende su verdad? ¿No debiésemos buscar una iglesia que enfatiza lo que Cristo enfatizó, es decir, las necesidades espirituales del ser humano?
 
Lo que buscamos en una iglesia dice mucho de nosotros. Honestamente, ¿estamos tratando de agradar a Dios o a nosotros mismos?